En la nube
En la nube. Y ¿Qué es eso de la nube? Hoy en día hay cada vez menos gente que no sepa a qué nos referimos cuando hablamos de esto. Hasta las personas más inexpertas en el mundillo informático y cibernético saben qué quiere decir eso de almacenar en la nube. Al decir esto ya planteamos una importante reflexión. ¿Hacia dónde se dirige el mundo tecnológico? y en realidad quiero decir: ¿Dónde vamos a terminar almacenando toda nuestra vida?
Está claro que si echamos las vista atrás, sin necesidad de retroceder a tiempos de "Cuéntame", nos damos cuenta de que en muy pocos años ha cambiado radicalmente nuestra forma de almacenar e incluso de compartir y transmitir información. No hace tanto se le pasaban a los amigos las fotos de las vacaciones o a los compañeros músicos la grabación de nuestro último concierto en soporte CD. Eso poco a poco ha sido desplazado por los famosos lápices de memoria (o pinchos, o pen-drive, etc.) y ahora mismo, ya casi ni eso. Dejar ese archivo en una carpeta en Internet y que la otra persona lo recoja sin necesidad de pasar por un soporte físico es lo más habitual. Y no sólo esto; empieza a dejar de ser habitual esas torres de discos duros donde almacenábamos nuestra información, con incluso varias copias de seguridad.
Lo miremos como lo miremos, la forma de funcionar actual y a la que llegaremos nos hace la vida increíblemente más fácil. Uno de los usos fundamentales es que, la personas que tenemos varios dispositivos (ordenador, tableta, teléfono inteligente), que trabajamos en distintos equipos (trabajo, casa), o simplemente, que nos vamos de vacaciones y no queremos cargar con aparatos, podemos acceder a nuestra información desde cualquier lugar. Todo esto comparado con lo que hacíamos hace cuatro días es tremendamente fácil, útil y productivo (tanto que se habla de productividad hoy en día).
Y, por no extenderme mucho más en la reflexión; la proliferación de leyes en distintos países que tratan de frenar este tipo de usos en nombre de una industria que dice arruinarse como consecuencia de la piratería, pone en grave riesgo un progreso que se produce a pasos agigantados. Lo que demuestran claramente nuestros gobernantes (casi a nivel global) es que siguen metidos en sus atalayas aislados de lo que está funcionando a nivel global. Por no decir que se ponen en evidencia a sí mismos al mostrar su falta de entendimiento de los progresos de la sociedad, en concreto de la de la información (no hace falta citar las grandes meteduras de pata por parte de políticos en las distintas redes sociales). Y qué decir de la clara influencia de lobbys que ganan dinero a paladas, pero quieren seguir ganando cada día más, eso sí, sin gastar ni un céntimo en adecuarse a lo que la gente reclama.
Para finalizar me gustaría romper una lanza a favor del optimismo referente a estos temas. Los gobernantes y las empresas que quieren paralizar el progreso, son tan treméndamente lentos que ni siquiera han sabido ver "el problema" a tiempo, y el avance es imparable. Ya no hay vuelta atrás, y por mucho que quieran frenar todo esto, efectivamente, sólo podrán frenarlo, pero jamás pararlo por completo. Así que, tranquilidad que, ganarán una batalla, pero jamás ganarán esta guerra que ellos han iniciado contra la inmensa mayoría de la población.
Está claro que si echamos las vista atrás, sin necesidad de retroceder a tiempos de "Cuéntame", nos damos cuenta de que en muy pocos años ha cambiado radicalmente nuestra forma de almacenar e incluso de compartir y transmitir información. No hace tanto se le pasaban a los amigos las fotos de las vacaciones o a los compañeros músicos la grabación de nuestro último concierto en soporte CD. Eso poco a poco ha sido desplazado por los famosos lápices de memoria (o pinchos, o pen-drive, etc.) y ahora mismo, ya casi ni eso. Dejar ese archivo en una carpeta en Internet y que la otra persona lo recoja sin necesidad de pasar por un soporte físico es lo más habitual. Y no sólo esto; empieza a dejar de ser habitual esas torres de discos duros donde almacenábamos nuestra información, con incluso varias copias de seguridad.
Lo miremos como lo miremos, la forma de funcionar actual y a la que llegaremos nos hace la vida increíblemente más fácil. Uno de los usos fundamentales es que, la personas que tenemos varios dispositivos (ordenador, tableta, teléfono inteligente), que trabajamos en distintos equipos (trabajo, casa), o simplemente, que nos vamos de vacaciones y no queremos cargar con aparatos, podemos acceder a nuestra información desde cualquier lugar. Todo esto comparado con lo que hacíamos hace cuatro días es tremendamente fácil, útil y productivo (tanto que se habla de productividad hoy en día).
Y, por no extenderme mucho más en la reflexión; la proliferación de leyes en distintos países que tratan de frenar este tipo de usos en nombre de una industria que dice arruinarse como consecuencia de la piratería, pone en grave riesgo un progreso que se produce a pasos agigantados. Lo que demuestran claramente nuestros gobernantes (casi a nivel global) es que siguen metidos en sus atalayas aislados de lo que está funcionando a nivel global. Por no decir que se ponen en evidencia a sí mismos al mostrar su falta de entendimiento de los progresos de la sociedad, en concreto de la de la información (no hace falta citar las grandes meteduras de pata por parte de políticos en las distintas redes sociales). Y qué decir de la clara influencia de lobbys que ganan dinero a paladas, pero quieren seguir ganando cada día más, eso sí, sin gastar ni un céntimo en adecuarse a lo que la gente reclama.
Para finalizar me gustaría romper una lanza a favor del optimismo referente a estos temas. Los gobernantes y las empresas que quieren paralizar el progreso, son tan treméndamente lentos que ni siquiera han sabido ver "el problema" a tiempo, y el avance es imparable. Ya no hay vuelta atrás, y por mucho que quieran frenar todo esto, efectivamente, sólo podrán frenarlo, pero jamás pararlo por completo. Así que, tranquilidad que, ganarán una batalla, pero jamás ganarán esta guerra que ellos han iniciado contra la inmensa mayoría de la población.
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