Tempo

¿Es el tempo una emoción? Esta pregunta me ha surgido durante una clase y tiene que ver con algo en lo que llevo pensando mucho tiempo. Cuando explico a algún alumno cómo mejorar la sensación de tempo interna, a menudo le indico que funciona mucho mejor sentirlo que pensarlo. Cuando limitamos esto a un mero pensamiento tenemos más probabilidades de cometer errores, ser inestables o directamente carecer del mismo. Algo similar ocurre cuando marcamos con el pie, ya que tendemos a acomodar el pulso a las dificultades que nos plantea la partitura. Buscando la etimología de la palabra emoción (etimología de "emoción"), descubrimos que hace referencia al movimiento, en este caso, de algo interno dentro de nosotros. Como es obvio, un tempo -o pulso- con la suficiente fuerza nos hará sentir también algo interno. Es por ello que resulta interesante intentar recorrer el camino en sentido contrario; es decir, ser nosotros como intérpretes los que hagamos sentir ese pulso a nuestra audiencia.

Como se ha comentado en innumerables ocasiones, es muy difícil hacer sentir algo a los demás si no lo sentimos nosotros mismos. Por eso es tan importante generar esta sensación dentro de nosotros. Y entonces hay que dar solución a la pregunta de cómo hacerlo. Se pueden encontrar diversas teorías que defienden que en la zona de la "tripa", relacionada con nuestro aparato digestivo, existe un enorme conjunto de neuronas, solamente inferior en número a la cantidad que hay en nuestro cerebro. Estas teorías también defienden que en esa zona se encuentra el centro de nuestras emociones -amén de en la amígdala y otras zonas del propio cerebro-. De ahí viene que se diga que una persona es visceral y que actúa de manera poco reflexiva, ya que su conducta está guiada desde las tripas y no desde la cabeza. Solo hay que observar las mariposas en el estómago que sentimos ante esa persona especial, o las molestias que se producen ante un exámen, concierto o audición. Si a estas teorías con base científica unimos que por ahí es donde se encuentra el plexo solar, y/o el centro energético según la teoría de los chakras (Información al respecto), podemos concluir que es una buena zona para alojar nuestro metrónomo interno.
http://www.hispayoga.com/chakraps.htm

Ni que decir tiene que, distintos tempi pueden provocar emociones muy diferentes. Por ejemplo, una marcha fúnebre siempre tendrá un tempo lento. Aunque también es verdad que un tempo rápido puede representar la alegría de una celebración en una polka de Strauss o simbolizar la masacre de la población civil durante la revolución rusa en un sinfonía de Shostakovich. En estos casos la textura, armonía, orquestación, perfil melódico, etc., serán más determinantes.

Es por ello que, tanto en mi trabajo interpretativo como en el docente, trato de llevar esa "sensación de tempo" a esta zona del cuerpo. Puede experimentarse realizando pequeñas contracciones en la zona abdominal siguiendo el tempo de la pieza a interpretar. También puede asociarse a imágenes mentales de objetos sujetos a una inercia que tienen que completar su recorrido en un tiempo concreto -véase un molino eólico que gira a una velocidad constante en función del viento-. La sensación de movimiento circular resulta muy útil para movimientos ternarios y la percepción de figuras cuadradas o lineales para movimientos binarios -la combinación de ambas configurará los compases irregulares-. Esto último puede ayudarnos a medir mejor los cambios agógicos como ritardando, accelerando o rubatos -la consciencia de la subdivisión también ayuda enormemente en esta tarea-.

Por tanto, al establecer esta conexión de nuestro mundo emocional a nivel físico y su somatización, con la propuesta de sentir el tempo en la misma zona del cuerpo, vuelvo a lanzar la pregunta: ¿Es el tempo una emoción? Ahí dejo la pregunta como propuesta y para la reflexión colectiva. Estaré encantado de recibir comentarios basados en vuestras experiencias al respecto, sobre todo de instrumentistas de viento, que son los que pueden tener más dificultades para compaginar la respiración con este movimiento muscular.

Comentarios

  1. Buenas tardes Rodrigo.
    Soy Lucas tu y te escribo para dar respuesta a tu pregunta.He estado leyendo el artículo y me ha parecido muy interesante.Yo creo que el tempo es un sentimiento interno que todos tenemos, pero sobre todo destaca en los instrumentistas. En las personas normales que no están relacionadas con la música también lo sienten ya que todos nacemos con un corazón que va marcando los latidos de tu cuerpo y creo que estás una de las razones por la que el tempo es un sentimiento. En los músicos se nos presenta en forma de partitura puesto que cada vez que te estudias una obra tienes ver en qué compás está etc...Por mi parte decir que yo siento el tempo como un sentimiento pero en general no suelo prestarle muchas atencion. Este artículo me sirve para darme cuenta que a partir de ahora como tú muy bien has explicado empezaré a sentir los pulsos en la barriga a ver si eso me ayuda para contar y subdividir internamente. Gracias

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