Historia de España

Rompiendo un poco la línea de lo que suelo escribir en mi blog y más aún de las últimas entradas, me dispongo a "estrenarme" en algo que no he hecho hasta ahora. Desde luego que la crítica literaria no es mi especialidad y tampoco quiero dedicarme a ello, entre otros aspectos por falta de conocimientos. Sin embargo me animo a escribir una breve reseña sobre el último libro que he leído, ya que me ha provocado una reacción bastante curiosa y, limitarme a los caracteres que Amazon pone a tu disposición para hacer dicha crítica se me antojaba escaso. Hablaré de manera quizás algo desordenada y sin ahondar demasiado en cada tema pero, como casi todo lo que escribo aquí, es una mera opinión y no trata de ser científico, ni tan si quiera ser algo categórico y, por supuesto, siempre es susceptible de comentario e incluso de cambio de enfoque por mi parte, ya que considero que un punto de vista inamovible es un pequeño gran defecto.


El libro en cuestión se titula "Esto no estaba en mi libro de historia de España" y está escrito por el catedrático de la Universidad de Córdoba Francisco Carlos García del Junco. Os dejo una fotografía de la portada. 


Lo primero que he de decir es que el libro es francamente entretenido. Se lee con bastante facilidad y es muy útil para conocer muchos datos de la historia de nuestro país a modo de entretenimiento. Es cierto que en ocasiones, como reconoce el autor, nos olvidamos bastante de ciertos momentos que han supuesto un hito en el devenir social, cultural y político de nuestra patria. Ahora bien, y aquí es donde muestro mi opinión más profunda, creo que no se deben confundir los hechos históricos con opiniones personales. Pienso que el libro sería más útil si se limitase a exponer y relatar hechos sin impregnarlos de un claro perfil ideológico, y para mí, esta es la gran pega que tiene este libro. Con la cantidad de conocimientos y datos que vienen reflejados dentro de sus páginas debería ser suficiente para que cada lector sacase sus propias conclusiones, que es lo que he intentado hacer yo obviando todas aquellas frases y amplios pasajes en los que el erudito autor se dedica a tratar de dirigir al lector hacia un forma de pensar muy concreta.

Sobre el primer capítulo ya había escuchado hablar a la gran Nieves Concostrina y puedo decir que su forma de relatarlo me pareció menos sesgada y más entretenida. Respecto a los capítulos en los que se refiere a la "conquista" y colonización de América y amplias zonas del Pacífico, reconozco que no conocía tantos datos y, es por ello, que me ha gustado mucho conocer una parte que no conocía, aunque no por ello creo que deba culpar a los libros y/o profesores de historia que tuve durante la ESO y el Bachillerato, ya que puede ser que mi mala memoria sea bastante peor que ellos. Tema a parte es la opinión personal de cada uno a cerca del tema de las colonizaciones. Cuando se habla de descubrir una tierra nueva es algo similar a si yo subo a Peñalara y según llegue a la cima diga que la he descubierto; Peñalara lleva ahí mucho tiempo y, que yo no haya subido allí no quiere decir que la haya descubierto. Hecho que se vería agravado si yo decido instalarme sin permiso y, cuando descubro que allí vive alguien le explico que le voy a enseñar cómo hay que hacer las cosas, porque él no sabe (luego profundizaré más en esto).

Como está claro que sobre este tema hay mil opiniones diferentes, no voy a discutir ninguna. Se haría mejor o peor el proceso de colonización, pero argumentar continuamente que otros países lo hicieron peor y fueron más crueles no me parece una buena forma de expiar las culpas. Se hizo, vale, seguramente  otros lo hicieron peor, pero eso no implica que lo nuestro estuviera bien. Algo parecido pasa cuando habla del descubrimiento de las fuentes del Nilo. Con haber dicho que fue un portugués al que, como en ese momento las coronas de España y Portugal estaban unidas, se le puede considerar español, fue el primer europeo que llegó hasta allí, no es lo mismo que decir que fueron descubiertas, ya que los nativos de la zona ya las conocían. Además, repite una y otra vez que la versión oficial dice que fue un inglés quien protagonizó esa hazaña años después. Pues bien, como yo suelo leer con el móvil a mano y consulto todas las dudas que me surgen durante la lectura, consulté tal acontecimiento y en diversas fuentes relatan exactamente lo mismo que el Doctor Francisco Carlos. Lo cual me hace pensar en cuál será esa versión oficial de la que él habla. 

El capítulo relativo a la Santa Inquisición fue el que casi me hizo dejar el libro. En la misma línea relatada anteriormente parece que, como otros países fueron más crueles y sanguinarios lo que se hizo en España no estaba tan mal. Y ya lo que me revolvió realmente por dentro fue cuando dice que está justificada la expulsión y persecución de los judíos. Sí, el autor trata de "disculparse" en varias ocasiones diciendo que no era una buena práctica, pero que era lo mejor en ese momento. Y veladamente trata de explicar que todo lo que no fuera una conducta cristiana estaba mal y que había que cortarlo de raíz. Animaría a quien esté interesado en este tema a que lea otro libro que a mí me descubrió muchas cosas y a día de hoy me hace pensar que la expulsión de los hebreos de la península fue un grave error para la historia de este país. Este es: "Historia de los judíos en España", de Adolfo de Castro. Ya en el género de la novela me gustaría recomendar "El último judío", de Noah Gordon, "Dispara, yo ya estoy muerto" o "La sangre de los inocentes" de Julia Navarro, incluso "La búsqueda", de Blanca Miosi. Si conocéis más libros que hablen sobre el tema, os pido que me los dejéis en los comentarios y así me ilustro mejor.  En definitiva, lo que quiero transmitir en esta parte es que, si justificas esta parte vergonzosa de la historia estás a un paso de ver con buenos ojos otros hechos deleznables que no voy ni a nombrar.

Otra cuestión curiosa se da cuando contrastas varios capítulos, los indios que murieron en las colonias españolas lo hicieron como consecuencia de infecciones accidentales de enfermedades que estaban extendidas en Europa contra las que los nativos no estaban inmunizados. Todo fue accidental mientras que en el caso de las colonias inglesas y holandesas dichas infecciones fueron provocadas aposta por los colonizadores para exterminar a la población aborigen. Una vez más, los españoles buenos y el resto malos. Por no decir que no todos los indios eran buenos. Muchos de ellos atacaron a los bondadosos españoles y claro, había que defenderse, aunque el invasor fueras tú. También, por comparación, es curioso cómo un número reducido de hombres pudieron, bajo el mando del valiente Blas de Lezo ganar a una cantidad ingente de ingleses que quisieron conquistar Cartagena de Indias, pero resulta imposible creer que un número reducido de españoles pudiera acabar con una gran cantidad de indígenas. Nuevamente me parece que son afirmaciones contradictorias cuando ves el libro en su conjunto.

Y ya para terminar, decir que a lo largo del libro encontré bastantes problemas de redacción que creo que con una revisión exhaustiva de un buen redactor se podrían evitar. Me parece una pena que un trabajo tan interesante se vea empañado por una mala ejecución y una visión un tanto ideológica de la cuestión. Y encuentro esa parte tan ideológica porque la última palabra del libro es esclarecedora. Dicha palabra es Evangelización. Es curioso cómo trata de lavar la imagen de los colonizadores españoles, en contraposición de los ingleses y holandeses, ya que estos últimos sólo querían las riquezas y las tierras colonizadas y la labor española tenía una carácter más noble, ya que trataba de transmitir a esas personas el conocimiento del evangelio. Por lo visto, se conoce que ellos tenían unas creencias erróneas y había que llevarles por el sendero de la verdad. Lo peligroso de la lectura de este tipo de obras, sin datos, puede llevar al lector a algo que hoy en día está muy extendido, y no es ni más ni menos que el espíritu nacionalista basado en las grandes gestas históricas, sin cuestionarse ni errores pasados ni presentes y dando lugar a errores futuros. Este tipo de sentimiento un tanto nacionalista es tan peligroso como inútil. Y también me gustaría en algún momento conocer a todos esos malvados autores que han tratado de crear una historia paralela que destruya el honor español, cuáles eran sus intenciones, y por qué en la propia España no se cuenta "la verdad". Debe haber una mano negra que nos quiere tristes y avergonzados de nuestra historia. Si la de los ingleses es tan oscura como se relata en este libro, quizás se debería intentar que ellos no estuvieran tan orgullosos de una historia nada gloriosa (quizás ahí residan los grandes males del mundo actual). No me gustaría despedir esta crítica sin recomendar la lectura de este libro, siempre desde un espíritu crítico y quedándose con los detalles interesantes obviando la parte adoctrinante. Os dejo a continuación el enlace de Amazon para que podáis adquirirlo.




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