Amor, así, en general

Ya casi se ha convertido en tradición que escriba y/o comparta algún tipo de reflexión en un día "tan señalado" como hoy. Es cierto que existe una dicotomía entre lo que representa y lo que yo realmente pienso al respecto. Creo firmemente que el amor es algo mucho más complejo y profundo que el sentido que le damos en una fecha concreta creada por firmas comerciales y precisamente con ese fin. Por ello me gusta tratar de explicar mi pensamiento, para que cada uno actúe como su corazón le dicte, pero que no sea por falta de opiniones, puntos de vista y reflexiones al respecto.

Según algunos estudiosos del mundo de las emociones, el amor es una de las más complejas y heterogéneas. Los marcadores y las sensaciones fisiológicas vienen a ser algo universal, ya que los procesos bioquímicos que se desencadenan son comunes a todos los seres humanos en función de la emoción experimentada. La diferencia está en los factores que desencadenan dichos procesos, ya que estos dependen enormemente de factores socio-culturales, de situaciones vitales, del entorno, etc. Aún así, está claro que sería prácticamente imposible vivir sin emociones, como si nos hubieran extirpado la amígdala, y concretamente, resulta muy complicado vivir sin experimentar la emoción del amor.

El amor es algo fundamental. Se dice que puede mover montañas (al igual que la fe), y se sabe que por amor se pueden hacer auténticas locuras. Y ¿Qué mayor locura hay que el mero hecho de vivir? Hasta esas personas que parecen vivir con amargura, pero siguen adelante, esconden en el fondo un profundo amor a la vida. Porque el amor es esperanza. Si alguien no espera que la vida, de la cual todos sabemos que es hermosa, le dé en algún momento en todo o en parte aquello que anhela, no tendrá la fuerza suficiente para seguir. Esa fuerza nos impulsa en la lucha por aquello en lo que creemos, por conseguir lo que deseamos. La vida es el mayor regalo que se nos ha hecho, y sólo amándola conseguiremos la plenitud. 

Pero no sólo de amor a la vida se puede uno mantener. Necesitamos sentir amor por las personas, los animales, la naturaleza, la cultura y, en algunos casos, hasta amor por ciertas cosas materiales. Si cultivamos esa parte de nuestro ser tendremos dentro de nosotros el motor más potente que jamás se pudiera imaginar. Ni varios miles de lanzaderas espaciales poseen tanta fuerza. Porque precisamente, quien construye dichos artefactos posee un enorme amor por la astronomía, por el estudio del universo, y ese amor le lleva a querer llegar cada día más lejos, a conocer más. Ese amor por el conocimiento es el que ha movido al mundo, el que ha conseguido que estemos en el punto de progreso en el que estamos.

No hay que olvidar el amor por uno mismo, por lo que uno representa, por su trabajo y por su papel en la sociedad. Si uno se ama a sí mismo, sin egoísmo, conseguirá proyectar todo ese amor en los demás. De sobra sabemos cómo nos sentimos cuando estamos frente a alguien que habla o siente desde dentro aquello que está haciendo. Nos cautiva. Y esa es la verdadera esencia de las cosas. Por muy bien que hagas algo, como dice aquella canción que los católicos cantan en sus celebraciones, "si me falta el amor, no me sirve de nada". Y habría que añadir que el amor dado debe ser incondicional, puro, sin esperar nada a cambio, porque ese es el amor que de verdad alimenta el alma. Por tanto, no escatiméis en amar todos los días de vuestra vida, incluso a vuestro enemigo. Sólo así conseguiremos cambiar un poco el mundo y conseguir que sea algo más justo.

No me quiero despedir sin recomendaros algunas cosas, como por ejemplo, escuchar y leer a periodistas que aman su profesión. Yo llevo tiempo haciéndolo y la diferencia es enorme. Ellos han hecho que me sienta parte de algo muy grande. A su vez, me gustaría recomendar un fragmento de Bukowski recitado por Hovik Keuskerian:


Y también una canción de Extremoduro. El final es revelador: "Ama... ama... y ensancha el alma".


Y por último un texto de mi amiga Belén, persona que ama profundamente todo aquello que hace.

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